Entre sus principales funciones observamos que, participa en funciones vitales del cuerpo relacionadas con los músculos, los huesos y los tejidos pigmentados del ojo.
El requerimiento diario de zinc en la dieta va de los 2 a los 10 mg por día, según la edad y el estado de salud. Por fortuna, se puede incorporar en la alimentación a través de comidas de mar, carnes o lácteos, entre otros. Las ostras son uno de los alimentos que más lo contiene, pues aportan hasta un 85% de la cantidad diaria recomendada.
¿En qué funciones del cuerpo participa el zinc?
Más o menos durante la década de 1960, se empezaron a realizar investigaciones que demostraron muchas de las funciones en las que el zinc desempeña un papel relevante. En este entonces se determinó que su ingesta era bastante provechosa para mejorar la absorción de hierro y curar la anemia. También se encontró que el zinc es esencial para el desarrollo de los linfocitos T. Estos son glóbulos blancos responsables de inhibir la acción de los virus y bacterias que causan infecciones.
Otras de las funciones en las que interviene el zinc son:
-La salud de la glándula prostática y el desarrollo de los órganos reproductivos.
-La reducción del acné y el control en la actividad de las glándulas sebáceas.
-La fabricación de proteínas.
-El control de la ansiedad y el estrés.
-La cicatrización de heridas.
-El aumento en la respuesta inmunológica del cuerpo y la producción de anticuerpos.
-La protección de la salud hepática.
-La formación de los huesos.
-La adecuada absorción de vitamina A.
Las principales fuentes alimentarias que tienen un alto contenido en zinc son los productos de mar como las ostras o los mejillones, almejas o sardinas; carnes como el pollo, cerdo o cordero, cereales, semillas y frutos secos y la soja.
¿Qué pasa si está en déficit?
La deficiencia de zinc no solo se produce por una alimentación con pocos alimentos ricos en ese mineral. Además de la dieta, hay otras condiciones que pueden conducir a una disminución significativa de sus niveles en el cuerpo. Entre esto se destaca la diabetes, la insuficiencia renal y las diarreas crónicas. También hay algunos factores genéticos que influyen en las dificultades para absorberlo. Además, el exceso de sudoración y el consumo de aguas duras pueden provocar una pérdida importante.
Cualquiera sea la causa de la deficiencia de zinc, esto lleva a una serie de manifestaciones en el cuerpo, entre ellas:
-Debilidad y manchas en las uñas
-Aparición de acné
-Pérdida del apetito
-Molestias oculares
-Retraso en el desarrollo sexual
-Alteración en el crecimiento
-Caída del cabello
-Cansancio y fatiga
-Infertilidad o impotencia
-Susceptibilidad a las infecciones
-Incremento en los niveles de colesterol
-Lentitud en la recuperación de lesiones cutáneas
En conclusión, el zinc es un mineral imprescindible en la alimentación porque el organismo lo requiere para el correcto funcionamiento de sus sistemas. La recomendación diaria está en los 200mg al día para este mineral.
Espero que esta información os sea útil y así podáis aseguraos un aporte correcto de Zinc en vuestra dieta y evitéis así cualquier tipo de carencia o exceso que pueda tener consecuencias perjudiciales en la salud.
¡Feliz semana!